( El Quid : esencia, punto más importante o porqué de una cosa. El quid.esencia, porqué, causa, fondo, meollo, motivo )
«(…) representa lo que hace única a La Casa de Ana: lo que ves y lo que sientes. Lo evidente y aquello que no es tan obvio, pero que marca la diferencia entre este alojamiento en la playa y cualquier otro.»
Este texto, sacado de una de las entradas de nuestro Blog ( https://lacasadealacasadeanafisterra
/fisterra-un-paraiso-por-descubrir/) me sirve para enlazar con el tema de esta entrada.
En el libro Aprender a aprender de Héctor Ruiz Martín, el autor habla de cómo funciona nuestro cerebro y de cómo podemos aprovecharlo mejor al entender sus procesos . Esto me hizo pensar en lo que sucede cuando estamos en un lugar que nos despierta admiración por su belleza y su contemplación nos genera sensaciones intensas y todas ellas buenas.
Y esto lo enlazo a la situación que nos ocurre cuando estás en un entorno que despierta tu admiración por su belleza y genera sensaciones, todas ellas buenas, y entre ellas la de preservar esa Naturaleza que cada vez apreciamos más por lo amenazada que día a día se encuentra, por desgracia. Y eso es lo que ocurre también cuando te alojas en La Casa de Ana.
Cuando estas en ciertos lugares, nuestros sentidos se despiertan. Recogen señales del entorno y activan recuerdos y conocimientos que estaban almacenados, esperando a ser llamados por algo que los reactive. Esos estímulos sensoriales hacen aflorar emociones y recuerdos que parecían olvidados. ¡Y esto es el quid de La Casa de Ana!
Eso es lo que sucede cuando te encuentras en un entorno natural privilegiado, como el de la Casa de Ana en Fisterra. No es solo la belleza del paisaje o la proximidad al mar. Es algo más profundo: son esas sensaciones intensas que despiertan en todos nosotros, reactivando emociones y recuerdos que el ajetreo diario suele adormecer.
Estar en un lugar así nos conecta de nuevo con el Planeta, haciéndonos sentir el deseo de ser mejores personas en cualquier aspecto de nuestra vida y más comprometidos con cuidar y preservar ese entorno tan especial, por todo el tiempo que podamos.
La cercanía inmediata al entorno natural, con el océano a tu lado, hace que tus sentidos se despierten de una forma única. El sonido de las olas en la orilla, el aroma salino del mar que impregna el aire, la brisa fresca … Todo esto te conecta con la Naturaleza, pero también con algo más: contigo mismo y los recuerdos, sensaciones y sentimientos que quedaron debajo de las capas que el día a día se encarga de poner encima afloran, los rescatas, los evocas de nuevo!
Contenidos
- 1 Este es el Quid de La Casa de Ana en Fisterra
- 2 El Océano: Un Llamado Global a la Acción desde Fisterra
- 3 El Poder de las Conexiones Locales en un Mundo Globalizado
- 4 Fisterra: Un Lugar para Despertar Conciencias Globales
- 5 Contribuir a un Movimiento Global desde Fisterra
- 6 Recursos y Herramientas para Contribuir a la Protección del Medio Marino:
- 7 Un Llamado Global:No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”
Este es el Quid de La Casa de Ana en Fisterra
Aquí, la experiencia no es solo estética, no se trata únicamente de contemplar la belleza del entorno (aunque esa belleza es indiscutible). Aunque no lo hayas planeado este entorno va a hacer que reconectes con él y te genera todo tipo de sentimientos y sensaciones, todas ellas buenas y es algo que de forma recíproca beneficia a uno mismo y al Entorno. Y, también ¡ese es el Quid de La Casa de Ana!: nos beneficiamos nosotros como personas y beneficiamos al Entorno ( al Medio Ambiente ) porque queremos ser mejores con nosotros mismos y por ende queremos ser mejores con esa Naturaleza que nos rodea y por consiguiente con nuestro Planeta y ese es el Camino! Se trata de sentir y sensibilizarse de nuevo. Es un despertar, un recordatorio de que el planeta es un tesoro que debemos cuidar y preservar, y de que esa conexión profunda con el medio ambiente es algo que vale la pena proteger.
En la Casa de Ana, no solo aprecias las vistas. Te sientes parte del entorno, y esa sensación de pertenencia te impulsa a pensar de manera más consciente sobre el impacto que tenemos en el mundo que nos rodea. Es una llamada a retomar la importancia de la preservación, a enseñar a los niños (y recordarnos a los adultos) que el cuidado del planeta comienza con la admiración y el respeto por lugares tan mágicos como este. Y ese germen es lo que subyace en el proyecto de La Casa de Ana, para que los que hayan estado en ella se lo lleven a sus lugares de pertenencia y luchen por lo mismo allá donde se encuentren! Soy un romántico..? Sí, seguramente, ¡ pero no me importa!
El Océano: Un Llamado Global a la Acción desde Fisterra
El océano, que cubre más del 70% de nuestro planeta, es el corazón del ecosistema terrestre, pero también enfrenta amenazas globales que no entienden de fronteras. La contaminación marina y los efectos del cambio climático son problemas que afectan a todos los rincones del mundo, desde las aguas tropicales hasta las gélidas del Ártico, y sin embargo, es en lugares como Fisterra, en la costa gallega, donde la conexión con el mar se vuelve tan visceral que puede despertar una conciencia profunda sobre la necesidad de protegerlo.
Fisterra, como muchos otros pueblos costeros alrededor del mundo, está a merced del océano. Este vínculo, tan cercano y directo con el mar, convierte a nuestra localidad en un testigo privilegiado de los efectos de la contaminación marina. En este contexto global, Fisterra no es una isla aislada, sino una de las muchas comunidades costeras que pueden ser catalizadores del cambio. Cada ola que llega a nuestras costas es un recordatorio de que lo que sucede en el océano nos afecta a todos.
El Poder de las Conexiones Locales en un Mundo Globalizado
Si bien los problemas del océano son globales, las soluciones comienzan localmente. Aquí, en Fisterra, donde el océano se ve, se siente y se huele con cada brisa marina, tenemos una oportunidad única de hacer que los visitantes, ya sean locales o de cualquier parte del mundo, se sientan parte de una comunidad global de cambio.
En La Casa de Ana, como otros alojamientos en la zona, la relación con el mar es inmediata. No observamos el océano desde lo alto de un monte, sino desde la misma puerta, desde las ventanas, con el sonido de las olas y el olor a salitre que se infiltra en el cuerpo. Este contacto directo con el mar despierta los sentidos y, con ello, una conciencia más profunda sobre la necesidad de preservar el entorno marino.
No se trata solo de ser conscientes de lo que está ocurriendo en nuestras costas locales, sino de entender que todos formamos parte de un sistema global. Los esfuerzos de limpieza marina, las innovaciones tecnológicas y las campañas educativas, que llevan años promoviendo organizaciones como The Ocean Cleanup (https://www.theoceancleanup.com/), Solar Impulse (https://solarimpulse.com/) o Energy Observer (https://www.energy-observer.org/), son ejemplos de cómo cada acción, sin importar cuán pequeña sea, contribuye a un cambio global. En este sentido, Fisterra, con su estrecha relación con el océano, debe tener un papel importante en la concienciación local y luego global sobre la urgencia de proteger los océanos y sus ecosistemas.
Fisterra: Un Lugar para Despertar Conciencias Globales
En un mundo que está cada vez más interconectado, lugares como Fisterra pueden ser el ejemplo de cómo las pequeñas comunidades pueden tener un impacto global. La Casa de Ana, al igual que otros espacios de la comunidad, se convierte en un lugar desde el que se puede transmitir un mensaje claro: la concienciación ambiental comienza con la conexión personal con el mar.
Al alojarse en Fisterra, nuestros visitantes no solo disfrutan de la belleza de las playas o la tranquilidad de la naturaleza, sino que tienen la oportunidad de reflexionar sobre el impacto que tienen nuestras acciones y cómo, como individuos, podemos contribuir a la preservación de nuestro planeta. Desde la educación ambiental hasta la participación en iniciativas locales de limpieza de playas, cada visitante se convierte en un embajador de este mensaje cuando regresa a su hogar.
Contribuir a un Movimiento Global desde Fisterra
Cada vez más, la preservación del medio marino es una prioridad a nivel global. A nivel local, en Fisterra, cada alojamiento, cada restaurante, cada actividad turística tiene el potencial de ser un vehículo de cambio. Al colaborar entre todos, y al compartir el mismo mensaje, podemos crear un impacto mucho mayor. La suma de pequeños esfuerzos de personas de todo el mundo puede generar un movimiento global que proteja los océanos y preserve el entorno natural para las generaciones futuras.
Es importante recordar que las acciones locales tienen una resonancia global. Cada pequeño paso cuenta: desde reducir el consumo de plásticos hasta participar en iniciativas como la limpieza de playas, la educación ambiental es el motor que mueve la conciencia colectiva.
Recursos y Herramientas para Contribuir a la Protección del Medio Marino:
The Ocean Cleanup: (https://www.theoceancleanup.com/).
Iniciativa global dedicada a eliminar los plásticos del océano
Solar Impulse Foundation:(https://solarimpulse.com/).
Promoviendo tecnologías que apoyen la sostenibilidad global
Energy Observer: (https://www.energy-observer.org/).
Un barco que promueve la energía limpia mientras navega por los océanos.
WWF (https://www.wwf.org/).
Conservación Marina: Iniciativas para la protección de los ecosistemas marinos
National Geographic: (https://www.nationalgeographic.com).
Información sobre la vida marina y los problemas del océano
Un Llamado Global:No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”
La belleza del océano es universal, y su preservación es una responsabilidad global. Desde un pequeño rincón como Fisterra, podemos contribuir a un movimiento mayor que proteja los océanos y sus ecosistemas, no solo para nosotros, sino para las generaciones futuras. Fisterra, con su relación tan cercana con el mar, es un lugar de conciencia. En La Casa de Ana, como en muchas otras iniciativas locales, tenemos un compromiso con el futuro del planeta y con nuestros huéspedes, para transmitir un mensaje que va más allá de un simple alojamiento: proteger lo que amamos es nuestra tarea colectiva.